
Apenas un puñado de días después de un altercado con Roberto Mancini que casi termina con golpes de puño, el delantero decidió ubicarse nuevamente en la plana de todos los periódicos y revistas de Inglaterra ¿Cómo lo logró? Pasó por la peluquería y se tiñó de rubio su cabellera, adquiriendo un look bastante particular y hasta cómico. Obviamente, no pasó desapercibido y fue retratado por la fotógrafa oficial de los "ciudadanos".
Como se ve, al jugador no le interesa transitar uno de los peores momentos personales de su carrera y tampoco se hizo problema por las palabras de Silvio Berlusconi, dueño del Milan, quien rechazó contratarlo para el "Rossonero" por considerarlo "una manzana podrida" que podría llevarle dolores de cabeza al vestuario del conjunto milanés.

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